Generaciones de relojeros se han visto confrontados al mismo problema: si tan solo el año tuviese 360 días y todos los meses tuviesen 30. Si así fuera, ajustar un reloj mecánico al calendario sería un juego de niños. Pero en el año 45 a. C., cuando Julio César y sus consejeros establecieron los meses de 31, 30, 28, y hasta 29 días, no pensaban precisamente en facilitarle las cosas a nadie.
El nuevo IWC Calendario Anual, con su movimiento de la manufactura 52850, no solo colma la brecha entre el Portugieser con calendario perpetuo y su compañero con indicación de la fecha, sino que también reduce el problema del calendario a un único ajuste manual a realizar al terminar febrero. Eso es todo.
El propietario puede olvidar todo lo demás. Como el hecho de que la tierra completa su rotación alrededor del sol en 365 días, seis horas y nueve minutos, periodo conocido como “año sideral”. Y que como resultado del tiempo necesario para dar la vuelta al sol, su órbita no puede ser dividida en 12 meses de igual duración.
Pero el calendario anual de IWC sí que lo tiene en cuenta, y puede compensar la irregularidad que suponen siete meses de 31 días (enero, marzo, mayo, julio, agosto, octubre y diciembre) y cuatro de solo 30 (abril, junio, septiembre y noviembre). Tan solo al finalizar el mes más corto, febrero, de solo 28 días, o 29 si se trata de un año bisiesto, es necesario girar la corona unas cuantas vueltas. Tras este ajuste, el calendario continuará funcionando perfectamente durante todo un año sideral.
Dispuestas de manera armoniosa las tres ventanas reflejan la silueta circular de la esfera e indican, según la convención internacional, el mes, la fecha, y el día. Escondidas tras ellas se encuentra la más reciente complicación de IWC, la cual respeta uno de los principios más antiguos de la empresa. Los ingenieros de diseño concentran todos sus esfuerzos en lograr que todo sea lo más sencillo e intuitivo posible para el usuario: esto explica la ausencia de correctores en bajo relieve en la caja. Si es necesario realizar un ajuste, se utiliza la corona.

Para comprender un poco mejor el mecanismo, es necesario aclarar una cosa. Una indicación digital es más fácil de leer pero más difícil de producir que una con agujas analógicas, las cuales solo deben ser montadas en piñones. Desde el golpe de genialidad de Kurt Klaus en 1985, IWC ha acumulado una increíble experiencia en lo que respecta a calendarios perpetuos autónomos. Sin embargo, carecía de base para el primer calendario anual de su historia. De manera que tuvo que partir desde cero.
Todo comenzó con el desarrollo continuo de la familia existente de grandes calibres 51000. Todas las características de calidad, como el volante con ajuste de precisión y la espiral Breguet, fueron conservadas. Pero nuevos componentes de cerámica y cojinetes, que hacen a la cuerda Pellaton prácticamente resistente al desgaste, dos barriletes y una frecuencia más alta de 4 Hertz, han dado como resultado la familia de calibres 52000. Todas estas etapas fueron necesarias para hacer posible un proyecto como el calendario anual bajo esta forma, basado en el reloj Portugieser. Pero en la caja del Portugieser, con 75 años de tradición siendo excepcionalmente grande, resalta de la manera más ventajosa. En otras palabras, es más fácil de leer. Y eso es lo importante.
La complejidad del mecanismo se entiende mejor si empezamos por tomar en cuenta los tres sistemas avanzados para cada indicación del calendario por separado. El punto de partida y la fuente de energía para todas las piezas del calendario es la rueda central de la hora. Esta anima una rueda de avance de la fecha mucho más grande, cuya superficie superior cuenta con dos dedos de enganche firmemente montados. La rueda de avance de la fecha completa una vuelta en 24 horas. A la medianoche, uno de sus dos trinquetes avanza una posición la indicación del día de la semana en el disco pequeño bajo la ventanilla del lado derecho. El proceso de avance es el mismo, independientemente de la duración del mes. Esa es la buena noticia.
El trabajo más difícil es responsabilidad del segundo trinquete, más corto y más fuerte, el cual mueve una palanca de avance de fecha larga que consta de varias partes y se encuentra montada en el centro del mecanismo. Su anillo de indicación con 31 dientes internos, y los números del 1 al 31, se encuentra montado, como de costumbre, en el extremo exterior del movimiento calendario con el fin de permitir su movimiento.

LAS REPERCUSIONES DE LA REFORMA DEL CALENDARIO REALIZADA POR JULIO CÉSAR HAN AFECTADO A GENERACIONES DE RELOJEROS.
En los meses de 31 días, un trinquete con soporte elástico en el otro extremo de la palanca de avance mueve el anillo de indicación de la fecha una posición. El cambio se puede observar a través de la ventanilla pequeña de calendario en el medio de las tres indicaciones. Al finalizar cada mes, otro engranaje avanza el disco del mes, el cual se puede observar a través de la ventanilla de calendario izquierda.
Y aquí es donde entra en juego Julio César. Estrictamente hablando, el mecanismo de calendario se comporta como si existieran únicamente meses de 31 días, al finalizar los cuales el disco indicador del mes también avanza. Sin embargo, para permanecer en sincronía con el calendario real, al finalizar los meses de 30 días debe avanzar dos días a la vez para llegar al primer día del mes siguiente.
Para iniciar el movimiento, el mecanismo debe “saber” cuáles son los meses cortos y cuáles son los más largos. Esta información se encuentra almacenada de manera permanente en el borde exterior irregular de un disco escalonado de los meses, el cual completa una vuelta cada año. O para explicarlo de manera más sencilla: desde un punto de vista técnico, el disco escalonado, con sus huecos para los meses de 30 días, abarca la duración completa de un año calendario. Un dedo palpador, sujeto a la palanca de avance del calendario mencionada anteriormente, se apoya en el disco escalonado y lee la duración de los meses.
La distancia que recorre el dedo de avance, y por ende toda la palanca, durante la fase de avance es crucial, ya que determina si el trinquete de avance con soporte elástico en el extremo inferior de la palanca larga se debe desplazar una posición o si debe también deslizarse a través del diente del día siguiente y así avanzar dos días, uno tras otro.
El disco escalonado es controlado por dos clavijas de avance montadas debajo en el disco periférico de la fecha (a un intervalo de dos días). Estas enganchan los dientes de una rueda de estrella que hace avanzar el disco escalonado programado una distancia calculada con precisión. Así, en los meses cortos, el sensor cae en uno de los huecos del disco escalonado en el día 30. De esta manera, tal como se describe anteriormente, la palanca avanza dos días el disco de la fecha la noche siguiente. En los meses largos, el disco graduado no permite esta amplitud a la palanca de avance, por lo que esta solo puede avanzar un día.

En el caso del mes de febrero, el disco escalonado programado no cuenta con una solución. Sin ninguna intervención externa, el calendario avanzaría la fecha del día 28, o 29 en un año bisiesto, hasta el día 31. Sin embargo, el usuario puede sencillamente ajustar la fecha al 1 de marzo mediante la corona.
A partir de ese momento, y hasta el próximo ajuste necesario, el volante del movimiento automático completará 252.288.000 semioscilaciones a una frecuencia de 28.800 por hora. Y hablando de cifras impresionantes: los dos barriletes confieren al movimiento una reserva de marcha de siete días con toda la cuerda dada. La reserva es útil en caso de que la masa oscilante no logre generar movimiento alguno en los trinquetes de cerámica que reposan en la rueda de cerámica automática por falta de uso del reloj.
Dicho de otra manera, una semana consta de 4.838.400 semioscilaciones. Pero la indicación de reserva de marcha ubicada a las 3 horas ofrece un recordatorio puntual. Y cuando el movimiento finalmente agota su cuerda, el segundero pequeño a las 9 horas, que también indica si el reloj está en funcionamiento, se detiene. Por supuesto, el usuario puede detener la aguja tirando de la corona si desea ajustar el reloj.
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